miércoles, 8 de julio de 2009

Huye la luz, por la rendija de una pupila soñolienta.
Agua de sal escurre en las pestañas...
Abre la boca un pozo
para gritar la letra de una canción ya muerta.
Y quiero, entonces, dibujar un corazón de un trazo.
Y me lleno las manos de la aguada
que fluye sin parar de las entrañas...
Viscosa y roja, vermellón brillante,
coagulado dolor,aguda herida palpitante...
El lienzo es una piel...
Extraño lienzo para pintar un corazón agonizante...
Quiebra mis manos ya.
Rompe estos ojos que no dejan de llorarte
y apaga con un soplo la llama tenue que vibra temblorosa
convirtiendo el dolor en todo un arte.
Hojas secas pululan por mi calle
arrastrando pedazos de mis ansias...
Y quiero dibujarte así,
a la luz apagada de una estrella
en la sábana fría con que me envuelvo
y que manchan mis manos
pintando un corazón
con rojo sangre...

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